Experiencia en los test de Pretemporada
La pasada semana tuve la oportunidad de asistir a los dos últimos días de los test de pretemporada en el Circuito de Montmeló (España). Previamente pude seguir la primera semana de test y los primeros días de la segunda de forma resumida gracias a diversas páginas que hicieron una gran labor al retransmitirlos de manera escrita y en forma de podcast.
Bueno, entremos en materia. Entro al circuito y lo primero que veo es a un auténtico coche de F1 dando vueltas y no esas cajas de zapatos que rodaban el año pasado (creo recordar que fue un Renault el primero que vi, de los coches más bonitos de esta temporada a mi parecer). Es impresionante la buena labor de la FIA en cuanto a lo que reglamento se refiere, cosa de la que ya era consciente mucho antes de llegar a las puertas del circuito debido a las imágenes de los coches que había podido ver en las presentaciones y en los filming days que se habían grabado previamente; los nuevos chasis de los coches son increíblemente más asombrosos, grandes e impactantes que el año pasado, a pesar de que en un primer momento la aleta de tiburón no llegó a convencerme del todo debido a que en años anteriores la combinación de ésta con otros elementos del monoplaza como el alerón trasero o los morros no llegó a quedar estéticamente bien; sin embargo este año hacen buen juego. ¿Y cómo hablando de la nueva estética de los coches no vamos a mencionar los nuevos neumáticos Pirelli? Pues en efecto, a parte de ser un acierto en cuanto a la parte mecánica se refiere, consiguiendo así más adherencia al incrementar la anchura de neumático y poder coger las curvas con más velocidad, hacen que los coches gocen de mejor aspecto visual y den más sensación de amplitud y en general ayudan a que se vean más grandes y ridiculicen a los coches del año pasado.
Los nuevos alerones también favorecen a la degustación visual de las nuevas máquinas haciendo que tanto el incremento de longitud del alerón delantero para acompasarse con los nuevos neumáticos, y la ligera inclinación hacia atrás que sufre el alerón trasero, consiguiendo así sumar centímetros a la longitud del monoplaza, provoquen unos resultados estéticos pocas veces vistos en la categoría.
Pese a todas estas mejoras y buenas decisiones, el único inconveniente que le podría achacar a el reglamento seria el consentimiento del tercer alerón o antena (T-Wing como nombre técnico) que llevan entre el alerón trasero y la aleta de tiburón algunos coches (Mercedes AMG, Red Bull, Williams...), que en mi opinión no favorece en absoluto a la arquitectura visual de los coches a pasar de que en movimiento dicho accesorio pasa desapercibido por completo.
Cambiando radicalmente de asunto, me gustaría explayarme un poco comentado como fueron estos dos días en los que pude ver el ambiente y el verdadero rendimiento de los monoplazas en directo. Sin lugar a dudas esta temporada está llamada a ser la que aupe esta categoría y la vuelva a colocar en lo alto del automovilismo, cosa que ya veníamos dudando que fuera estos últimos años en los que veíamos tiempos muy parejos a los de GP2 o exactamente iguales a los de la Fórmula 2 de hace unas décadas. Los tiempos se han visto disminuidos una barbaridad de un año para otro, con una pole position en el año 2016 de 1.22.00 y ahora con tiempos que han bajado la barrera del 1.19 como el Ferrari de Kimi Raikkonen. Coches mucho más rápidos, poca gente en comparación con los días de Gran Premio, buen tiempo y muchas vueltas por delante de los monoplazas más veloces de los últimos años... ¡Qué más se puede pedir! Aparte de que un McLaren de más de 5 vueltas al circuito sin que se casque el motor... La casa de la mayoría de los fans de Fernando Alonso apenas pudo verle rodar en pista, una decepción que se acentúa con los problemas que tuvo el otro representante español en la parrilla, Carlos Sainz, que por lo menos pudo rodar algo más el viernes y no se le averió el coche hasta que quedaron unos pocos minutos para finalizar los test (¡gracias a dios!).
En definitiva, una experiencia muy placentera y que recomiendo a cualquiera que pueda asistir, ya que las entradas de un día no superan los 20€ y verás 6 horas de rodaje continuo de todos los equipos de parrilla (menos McLaren, ellos ya tienen hasta grúa propia para remolcar).
Cambiando radicalmente de asunto, me gustaría explayarme un poco comentado como fueron estos dos días en los que pude ver el ambiente y el verdadero rendimiento de los monoplazas en directo. Sin lugar a dudas esta temporada está llamada a ser la que aupe esta categoría y la vuelva a colocar en lo alto del automovilismo, cosa que ya veníamos dudando que fuera estos últimos años en los que veíamos tiempos muy parejos a los de GP2 o exactamente iguales a los de la Fórmula 2 de hace unas décadas. Los tiempos se han visto disminuidos una barbaridad de un año para otro, con una pole position en el año 2016 de 1.22.00 y ahora con tiempos que han bajado la barrera del 1.19 como el Ferrari de Kimi Raikkonen. Coches mucho más rápidos, poca gente en comparación con los días de Gran Premio, buen tiempo y muchas vueltas por delante de los monoplazas más veloces de los últimos años... ¡Qué más se puede pedir! Aparte de que un McLaren de más de 5 vueltas al circuito sin que se casque el motor... La casa de la mayoría de los fans de Fernando Alonso apenas pudo verle rodar en pista, una decepción que se acentúa con los problemas que tuvo el otro representante español en la parrilla, Carlos Sainz, que por lo menos pudo rodar algo más el viernes y no se le averió el coche hasta que quedaron unos pocos minutos para finalizar los test (¡gracias a dios!).
En definitiva, una experiencia muy placentera y que recomiendo a cualquiera que pueda asistir, ya que las entradas de un día no superan los 20€ y verás 6 horas de rodaje continuo de todos los equipos de parrilla (menos McLaren, ellos ya tienen hasta grúa propia para remolcar).
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