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Honda contra las cuerdas



Los nipones volvieron a escena en la categoría reina en el año 2015 con la ayuda del equipo McLaren, los cuales aceptaron ser patrocinados y llevar el motor de la marca Honda a cambio de alrededor de unos cien millones de dólares anuales y todos los motores gratis que hiciesen falta (un pozo sin fondo a decir verdad). Honda llevaba fuera de la Fórmula 1 desde 2008, año en el que Ross Brawn compró el equipo y sus infraestructuras por una libra. Con apenas triunfos en su formato de escudería y con un par de triunfos contados en su versión de suministrador de motores, queda claro que era una apuesta abocada al fracaso. Aunque claro, hay que tenerlos bien puestos para rechazar esos suculentos fajos de billetes y una campaña de venta de merchandising sin precedentes en la F1. Nada vende más que el regreso de la fusión McLaren-Honda, escudería que le dio sus dos títulos mundiales al legendario piloto brasileño Ayrton Senna; y encima con otro piloto bicampeón como Fernando Alonso al volante de la nueva formación.

Tras 3 años de malos resultados, la unión McLaren-Honda cada vez se ve más difusa. La huida de los británicos al suministrador alemán Mercedes con el fin de que les venda motores las próximas temporadas dejaría a Honda como suministrador único de Sauber, un equipo con serios problemas económicos y con pocos recursos para el desarrollo de un chasis que compense la falta de potencia del motor japonés, a diferencia de McLaren. Esto supondría el declive definitivo de la empresa como suministradora de unidades de potencia.

En Bakú se ha demostrado las pobres mejoras que han sido capaces de incorporar a su motor. Ambos pilotos eliminados en Q1, la primera vez que ocurre en esta temporada. A pesar de que éste no es un circuito que beneficie al monoplaza naranja debido a que cuenta con la recta más larga del mundial, Honda apenas ha sido capaz de incorporar media actualización, aportando apenas 15 caballos de potencia más sobre la base del motor que se presentó a principio de temporada. Muy decepcionante.

¿Y cuáles son los planes de futuro para la marca estrella de Japón? Seguramente ni ellos lo sepan. Se han metido en un agujero en el que es muy difícil salir. La inversión realizada en estos tres años ha sido escandalosa para la marca y mostrando un gran beneficio negativo tanto publicitario como económico. Pasarán años hasta que Honda sea competitiva y a nadie le gusta perder dinero, pero a veces una retirada a tiempo es una victoria.

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