La importancia de las estadísticas
El pasado fin de semana en el que se disputó el Gran Premio de Monza (Italia), fuimos testigos de uno de los mayores engaños al sistema estadístico de la FIA al ver como un McLaren a falta de una vuelta para el final se hacía con la vuelta rápida del circuito al haber pasado por boxes una vuelta antes y salir con neumáticos nuevos.
La vuelta rápida anterior fue marcada por el piloto de Red Bull, Daniel Ricciardo, con un tiempo de 1:25:919 con neumáticos usados. El asturiano Fernando Alonso con su pequeña jugarreta aunque en su posición y bajo mi punto de vista es totalmente legítima, superó la crono del piloto australiano con un tiempo de 1:25:340.
Este ha sido sin lugar a dudas uno de los temas más comentados de este fin de semana debido a que parece mentira que un coche con las carencias tan evidentes de motor y chásis (por mucho que digan no creo que superen a ninguno de las tres primeras escuderías en este aspecto) haya podido marcar una vuelta rápida, es más no hubiera apostado por su vuelta rápida ni sabiendo que iba a parar a cambiar neumáticos a tres vueltas del final y con el depósito prácticamente vacío. Aquí se evidencia la gran alineación de pilotos con la que cuenta en la actualidad McLaren-Honda.
Un incentivo bastante jugoso para las compañías inversoras en la escudería de Woking ya que a pesar de no saber si la idea fue del equipo, del mismo Fernando o de las circunstancias que lo requerían (aunque esta última ha sido desmentida por el piloto) es un hecho que ha beneficiado a todos los implicados, menos a Button que parece que le ha quitado mérito al adelantamiento que realizó a su compañero de equipo unas vueltas antes...
¿Y qué ganan con esto? La primera parte beneficiada es el equipo, recuperan un poco de la confianza que tanto escaseaba desde la rotura del convenio en 2014 con Mercedes como motorista la cual les empujó a la parte baja de la parrilla, se hacen más visibles al público lo que lleva a más venta de merchandising y más patrocinios. A continuación van los respectivos inversores y anunciantes de marcas (Chandon, Johnny Walker, Honda, Sensodyne...) que llegan a más seguidores de la competición y aumentan sus ventas. Por último encontramos al piloto y los mecánicos e ingenieros, los cuales son los menos beneficiados económicamente (igual el piloto se lleva también una tajada aunque según el contrato de Alonso no debería), a pesar de esto, supone un chute de moral que probablemente haga que trabajen mejor en las próximas carreras y quién sabe si quizás volver al ansiado podio algún día.
En definitiva, todo esto son ventajas para la escudería en su conjunto pero no nos engañemos, Alonso ha abierto la puerta a este tipo de prácticas por lo que probablemente se vuelvan más comunes con el tiempo. El hecho de sobreexplotar esta idea puede llevar a que muchos equipos que no llegan al top 10 pasen a hacer las vueltas rápidas de las próximas carreras en lugar de los coches rápidos de la parrilla como nos tienen acostumbrados.
¿Sería esta una práctica legítima como comentaba en el caso de Fernando? La respuesta es no. El hecho de que se repitiera continuamente en el futuro conllevaría a una devaluación del valor de la misma y por lo que posiblemente una retirada de la misma o tomar medidas adecuadas como sería el que solo los coches que puntuen las pudiesen marcar.
Una vez está bien, nos lo tomamos a broma, damos la noticia y nos reímos un rato. Varias de forma ininterrumpida sería bufonearse del trabajo de las escuderías top y de sus pilotos. No cambiemos los buenos hábitos por malos.
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